sábado, 17 de julio de 2010

Día 6: Plouharnel - Mont Saint Michel

Bueno! Parece que nos ponemos al día.

Salimos bien temprano de la península del Quiberon para poner rumbo norte de nuevo. Primera parada: Rennes. Realmente nos ha sorprendido, con sus calles peatonales, sus plazas y su vida. Además, nos hemos encontrado con el mercado que celebran los sábados por la mañana en el casco antiguo y el bullicio era delicioso!

Con muy buen sabor de boca seguimos nuestra ruta y hacemos un alto en Vitré, donde lo más característico son sus calles empedradas con casas medievales y un fabuloso castillo que está (casi) en medio del centro histórico. Lástima que la plaza donde está ubicado esté toda en obras (han encontrado restos arqueológicos, así que a saber cuando acabaran las obras... sinó que miren el Mercat del Born...). Después de comernos una buena "galette complete" (con su jamón, su huevo, su queso fundido... huuummm) seguimos al siguiente destino: Fougères.



De Fougères merece la pena subir a la iglesia que hay encima de la colina y pasear por los jardines ya que desde aquí se ve una panorámica impresionante del castillo y la ciudad antigua (se puede subir en coche y luego se puede bajar al castillo, está un rato lejos!). El castillo, como todos, está muy bien conservado, pero de los alrededores sólo es destacable la pequeña plaza de la puerta... en fin, que nos esperábamos más. Con el ánimo un poco bajo ponemos rumbo a nuestro siguiente alojamiento y, por lo tanto, al Mont Saint Michel.

Llegamos a la granja que nos servirá de alojamiento y... es impresionante!!!! Son amables, la habitación es bonita, la casa preciosa, tienen animalitos (y gatos....demasiados gatos....) y lo mejor es que desde la ventana de nuestra habitación vemos Saint Michel! Que gozada! Así que con ánimos renovados nos vamos a visitar la Abadía.

Dos palabras: Im-presionante. Todo. Sí que es cierto que es un poco Port Aventura, pero eso ya nos lo esperábamos. Dentro del monte hay una calle llena de restaurantes y tiendas de souvenirs pero... qué más da! La subida a la Abadía te deja un poco sin aliento pero... qué más da!

Las vistas desde el camino de las murallas son increibles, las callejas encantadoras, los precios estratosféricos y la abadía... nosotros hemos hecho la "Promenade Nocturne". La única diferencia con la visita normal es que no es guiada (ni tienes posibilidad de audioguía) pero a cambio hay una iluminación especial y música (creíamos que serían altavoces con cd's grabados pero no, eran músicos tocando en directo música clásica... precioso). Ha sido muy gratificante y relajante (de no ser por la família tocanarices y toca instrumentos que han estado toda la visita dando por....)



Tras pasar una tarde subiendo y bajando cuestas y escaleras encantados de la vida, y flipando de que a las 8 de la tarde todas las tiendas esten cerradas dentro del monte, decidimos dar un pequeño paseo por la playa que rodea Saint Michel hasta que nos damos cuenta que no es arena... es barro! Y chino chano nos vamos a nuestro coche (que ahora sí que empieza a estar sucio) y a la granjita, a dormir... que sueñete....

km. 273
km. Acumulados 1959

1 comentario:

Anónimo dijo...

Parace mentira estos franceses... ¡aquí las galletas tienen como mucho chocolate o mermerlada!, ¡no jamón , queso y huevo! ¡Yo quiero una!

Animos pa'rriba, animos pa'bajo, otra vez pa'rriba... ¡menuda montaña rusa! (Por cierto, en otro orden de cosas y con un tono mucho más serio, no se si os habréis enterado pero ha habido un accidente en una atracción del Tibidabo, el Péndulo, con tres heridos graves y una niña de 15 muerta... muy fuerte...)

Volviendo al tema... ¿por qué no te llevaste el machete y los descuartizaste por el camino? Seguro que en Saint Michel habría sitios dónde guardar los restos... jejejeje

A ver... lo de las tiendas es normal... es horario europeo... y lo del barro también... se moja noche sí y noche también...

Hasta mañana