sábado, 14 de mayo de 2011

Ande Andábamos - Revival: Finde relax en Cadaqués

Hola a todos desde mi hogar.

Cómo nos puede el mono viajero y ahora nos tenemos que aguantar hasta las vacaciones de verano, iremos explicando viajes que hemos ido haciendo durante nuestra (limitada) vida como turista, para dejar aquí nuestros recuerdos y anécdotas y para compartir nuestras experiencias con vosotros, en caso que os puedan ser de utilidad para preparar vuestras escapadas o bien para, simplemente, reiros con nosotros (no de nosotros, que quede claro!!) Para no liarnos iré retrocediento en el tiempo hasta llegar a aquello de "yo nací en un lugar..." (bueno, no hace falta retroceder tanto, no?)

Empezaremos nuestro revival con una escapada de fin de semana al pueblo de Cadaqués.

Tras una acumulación continuada de estrés durante varios meses encerrados entre las 4 paredes de nuestra ciudad, ya no podemos más! Necesitamos: a) matar a alguien. b) asesinar a alguien. O c) salir de la ciudad. Tras mucho dudar, elegimos la opción c), así que miramos planos y nos decidimos por Cadaqués, por su fama, por su ubicación y porqué ya toca que dos catalanes no hayan visitado Cadaqués!

Así que salimos un viernes del trabajo, devorando unos bocatas en el metro, para llegar a casa, tirar los tacones y coger las bolsas, al coche y... a salir de Barcelona en hora punta, y a llegar a la autopista en Girona, que está en obras, y todo el mundo a 80km/h y así, tras 2h30m llegamos a nuestro hotel en Portlligat, que no es ni pueblo ni ná.

El hotel es mono, playero, con unas bonitas zonas comunes con piscina, zona de aparcamiento, habitaciones ámplias, bañeras enormes y (en nuestro caso) una pequeña terraza. Con un estilo un pelo anticuado, vemos el mar desde nuestra ventana y oímos.. nada. Qué silencio.

Primer problema, en temporada baja el restaurante del hotel no funciona, ni el del hotel de al lado, ni el del chiringuito de la playa y no hay más remedio que ir a Cadaqués, la cual cosa es recomendable hacer andando a causa de la casi imposibilidad de encontrar una plaza de aparcamiento allí que no sea de pago. Así que 15 minutos, que tampoco es tanto, para llegar hasta el pueblo por un camino más largo pero menos empinado y 10 por un camino que parece más cansado pero que nosotros recomendamos.


Cadaqués es precioso, de noche está todo iluminado, con unas luces ténues, el ruido del mar, la gente cenando en las terrazas en la calle, las estrellas brillando (tantas hay?) Hay muchos restaurantes, todos bastante bien, con oferta de pescado y llenos hasta la bandera así que nos metemos en uno cualquiera... Tras cenar muy bien, decidimos regresar al hotel ya que el cansancio del día podía con nosotros.

Al día siguiente, de nuevo a Cadaqués, qué maravilloso paseo por sus calles animadas, sus calas y sus preciosas vistas. No es de extrañar que la gente se enamore de este pueblo, pues a nosotros nos está eliminando el estrés poquito a poco con cada bocanada de aire de mar que respiramos. Tras nuestro paseo decidimos tomar un barquito que rodea el Cap de Creus, va entrando en las calas y te va explicando un poco de su historia. Al ser el primer día que abrían únicamente íbamos dos parejas y el paseo fue maravilloso, salvo por el acento de los propietarios del barco...¿realmente hablan catalán, porque no les entiendo? Qué rápido pillaron que éramos de Barcelona.

Después una buena ensalada para comer y decidimos ir al Faro de Cap de Creus, a ver las vistas. El camino en coche es sublime, qué paisaje más increible! Le damos la vuelta al faro y decidimos hacer una de las rutas cortas que rodean un poco el cabo, para disfrutar un poco más del paisaje. Peero, entre una señalización inicial confusa y una mala lectura del plano, acabamos haciendo la ruta larga, de 2h30, que pasa por los acantilados, ahora para arriba, ahora para abajo...Pero realmente merece la pena hacerla! Salimos agotados pero encantados, encantados sobretodo de sentarnos en el bar del faro, cara al sol, para tomar una coca cola (se pueden decir marcas?). De vuelta a Cadaqués, otro pequeño paseo por el pueblo y a buscar un sitio para cenar entre las callejuelas empedradas. Y válgame el cielo si cenamos bien en un restaurante regentado por unos argentinos y que hacían comida árabe!!

La mañana siguiente, la comencé dándome un baño de espuma, ahogando el poco estrés que aún me quedaba en el cuerpo. Y tras un buen desayuno, salimos por la puerta de atrás del hotel, la que une la piscina del recinto con la cala de Portlligat (increible ubicación, desde luego) para visitar el Museu-Casa Dalí. Que puedo decir que no sea... surrealista!! Todo amante de Dalí debe visitarla. Para nosotros, lo más sorprendente, la piscina... ya nos contareis. Satisfechos de la visita, y tras estar un rato en la playa, simplemente contemplando el horizonte, volvemos al hotel, bolsas al coche y de nuevo al faro del Cap de Creus, a comer.

Esperando que no llueva llegamos al restaurante que hay en el Cap de Creus, donde, con un poco de suerte, puedes comer en mesas que hay en la terraza, que, más que terraza, es el acantilado. Qué vistas! Qué bueno todo! Qué música Chill-out estaban tocando en directo! Qué pocas ganas de volver a Barcelona!

Con todo el dolor de nuestra alma, y habiendo dejado un trocito de nuestros corazones en Cadaqués, ponemos rumbo a casa, no sin antes hacer una parada cultural en las ruinas de Ampurias, recinto arqueológico donde podemos observar las ruinas una ciudad griega y otra romana. Impresionante lo que hay excavado pero más impresionante aún es todo el recinto que falta por excavar. A pesar de ser la típica excursión que hace de pequeño con el cole (Ampúrias, Tarraco y el molino de papel reciclado...), aquí una parte de la pareja no lo conocía y es una visita que merece la pena realizar. Y tras imaginar las antiguas domus, con sus pluviniums y sus ludus llenos de gladiadores (aish.. que daño hacen las series televisivas a la imaginación), ahora sí, rumbo a la Barcino un poco más desintoxicados de lo que salimos de ella.

En fin, cuando estemos muy agobiados, y la mente necesite escapar durante unos segundos, buscaremos en nuestra memoria el cajoncito donde pone "Cadaqués" y evocaremos la playa, el sol y la brisa del Cap de Creus.

3 comentarios:

Muerte Destructora de Mundos dijo...

Un revival? Esta mu bien pa dar envidia de la buena pero disfrutaréis mas haciendo un "remake" xD

Los Truskys dijo...

Jajajaa, para el remake dejamos que os apunteis!! Así hacemos la versión del director!!
Un besote

Mary Lozano dijo...

Qué apetecible!!!!!!!