sábado, 23 de abril de 2011

Día 3: Sant Jordi

Buenos días!!

Qué lejos estamos hoy de nuestra Barcelona, en este día tan especial, en Sant Jordi. Aish!! Nos levantamos con la morriña del gentío, del bullicio de las Ramblas, del olor de las rosas y del tacto de los libros... En fin, descorramos las cortinas y que empieze un nuevo día... tormentoso! No vemos el Canigó desde nuestra ventana porque las nubes nos lo impiden, llueve, llueve y llueve y hasta los perros en la calle van con chubasquero!

Nos vamos animando, pues hay gente que abandona el hotel en vista de las previsiones meteorológicas, pero nosotros estamos curtidos en el mal tiempo, miramos a la lluvia a la cara y nos reímos de ella, ja! Y luego ella nos moja... no sé porqué, siempre salimos perdiendo!

En fin, esperando poder aprovechar un poco el día, y tras un croissant bien farci de jambon et fromage decidimos que esta mañana será la de los Plus Beaux Village.

Dirigimos nuestros pasos hacía Mosset, situado en el Valle de la Castellane. El pueblo en si, pos no tiene demasiado que ver pero hay que admitir que la carretera hasta llegar nos ofrece unas vistas magníficas. Bueno, de hecho a la ida no estábamos demasiado atentos al paisaje, sinó más bien a la cortina de agua que nos caía encima y a la estrecha carretera, pero al volver de nuevo hacia atrás, el sol hizo una breve aparición que nos permitió disfrutar de las preciosas y verdísimas montañas.

Más animados por la aparición del astro rey marcamos en nuestro querido Tonto el pueblo de Eus. Mucho mejor que el anterior, para qué negarlo! Su parte alta es preciosa, con su iglesia y toda una serie de calles de piedra, calle-túneles y flores. Realmente precioso y con unas vistas impresionantes. Y además, para aprovechar los escasos rayos de sol, nos hemos tomado un cafetín en una terraza panorámica desde la que veías los Pirineos y los nubarrones que se nos venían encima!!

Acuciados por la necesidad de llegar a una carretera decente antes de que empezase el diluvio universal, decidimos ir a Perpignan, donde la agenda de actividades que había preparada para Sant Jordi prometía una tarde muy entretenida.

De camino a Perpignan hacemos una parada estratégica: Viva el SuperU!

Carretera y manta, o mejor dicho, carretera y paraguas, llegamos a Perpignan, dejamos el coche en la Place de la Catalogne (qué mejor sitio) y, tras una visita a la Fnac para surtirnos de DVD y CD, nuestros agotados pies nos llevan al centro donde hay... nada. ¿Dónde están los tenderetes de libros, las fuentes adornadas y demás actividades santjordinianas que nos habíais prometido? Supongo que la lluvia asusta mucho a los franceses y, además, son poco patríoticos.

En fin, tras la desilusión ante la ausencia de vida festiva iniciamos nuestra odisea personal en busca de restaurante para comer, y tras leer unos... 200 menús y ver unos 48 restaurantes... acabamos en el peor de todo Perpignan!!! Nada más entrar nos ponen flamenco...pero no flamenco bonito, no! Flamenco del horroroso!! El pescado parecía goma, la salsa parecía ... aiigg, ni sé lo que parecía! Qué horror, que dolor de tripita toda la tarde!!! Si es que uno no puede acertar siempre.

Tras dar unas vueltas por la ciudad viendo tiendecillas, manifestaciones anticentrales nucleares y grupos de catalanes cantores (que eran franceses) decidimos huir de la ciudad y volver a los pueblecitos que tanto nos gustan. Y así, con el coche un poco más limpio a causa de la lluvia, vamos hacía Castelnou, otro Plus Village.

Ascensión de la montaña con lacets con lluvia, empieza mal la cosa. Llegamos y... ostras! Cuanto coche! Buena señal! Para momentáneamente de llover... es nuestra oportunidad! Y descubrimos un pueblo encantador, dos calles, empedradas, cuidadas, floridas, en el aire un olor a jazmín, en el horizonte las montañas y las nubes. Qué encanto! Y para colmo, una parada para merendar y quitarnos el mal sabor de boca de la comida: una crepe de chocolate en un local monísimo, con unos bancos llenos de cojines... lástima de Roman, el niño de los vecinos de mesa, que pesao!!! Además, qué niño toma por gusto agua con sirope de Menta teniendo chocolate!

Y aprovechando que empieza a diluviar de nuevo, decidimos volver a casa, que ya es hora y de aquí a nada hay que cenar! Y petit à petit nuestro precioso y mojadísimo coche nos lleva hasta el parquing de nuestro calentito y seco hotel!

Una cena en un restaurante del pueblo (con copilla de vino incluida), una visita expres a la iglesia (que aún no sé porqué está abierta a las 9 de la noche) y a la cama... Mañana, más de todo, aunque espero que a las nubes se les acabe el agua en algún momento!!!

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